La obesidad infantil es un problema médico grave. Los niños, obesos, a menudo terminan desarrollando problemas de salud importantes más adelante en la vida. Además, suelen tener baja autoestima, problemas con la imagen corporal y sufren depresión.
Síntomas de la obesidad infantil
Es importante darse cuenta de que no todos los niños con unos pocos kilos de más son obesos. Algunos niños tienden a tener marcos corporales más grandes y cada niño tiene una cantidad diferente de grasa corporal en diferentes etapas de desarrollo. Por lo tanto, no será posible mirar a su hijo y determinar que es obeso o tiene sobrepeso.
Es mejor que su médico esté en condiciones de controlar el peso y la altura de su hijo, y ver si son proporcionales. El médico también calculará el índice de masa corporal (IMC) de su hijo y realizará otras pruebas para determinar si su hijo es obeso.
Problemas y problemas causados por la obesidad infantil
Su hijo puede sufrir física, emocional y socialmente debido a la obesidad infantil. Algunos de los riesgos de la obesidad infantil incluyen:
• Diabetes tipo 2: En la diabetes tipo 2, el cuerpo no puede metabolizar el azúcar de manera eficiente, lo que resulta en niveles altos de azúcar en la sangre. Puede conducir a una serie de complicaciones. Esta es una condición crónica.
• Presión arterial alta y colesterol: Debido a la obesidad, su hijo puede desarrollar presión arterial alta y niveles de colesterol. Ambos conducen a la acumulación de placa en los vasos sanguíneos, lo que impide el flujo suave de sangre y hace que el corazón trabaje más para bombear sangre. La formación de placa puede provocar un derrame cerebral o un ataque cardíaco después de que su hijo llegue a la edad adulta.
• Enfermedad hepática no alcohólica: Aquí, la grasa se acumula en el hígado, lo que conduce a daños hepáticos irreversibles y cicatrización. No tiene ningún síntoma específico.
• Trastorno respiratorio: A muchos niños obesos les resulta difícil respirar, y la gran mayoría son diagnosticados con asma.
La obesidad infantil también puede hacer que otros niños acosen e intimiden a su hijo. Esto puede conducir a la depresión y baja autoestima. Además, la obesidad infantil conduce a la ansiedad y las habilidades sociales deficientes debido a que recibirá quejas sobre su hijo, ya sea interrumpiendo el aula o retraimiento social. La depresión es otro problema importante entre los niños obesos porque se sienten desesperados. Esto puede tener efectos graves a largo plazo en la salud mental de su hijo.
Consultar a un pediatra es la mejor y más segura manera de prevenir la obesidad infantil. Los especialistas de la clínica determinarán el IMC de su hijo y también evaluarán sus hábitos alimenticios, actividades y antecedentes familiares para que puedan hacer un plan personalizado que lo ayude a perder peso de manera segura.